⚓️? 21 de MARZO: TERCER DÍA DE TRIDUO EN HONOR A NUESTRO PADRE JESÚS EN LA COLUMNA ?⚓️

Señor, ¿Por qué te callas y aguantas con resignación el sufrimiento?

Te contemplamos vencido por latigazos en tu Columna, que es pilar de vida para todos.

Señor, Tú sufres con nobleza por nosotros, por los que no pueden aguantar el dolor que les produce los azotes de la vida diaria.

¡Siempre sales al encuentro del hombre caído!
Acudimos a ti confiados en tu infinita Misericordia,
Ilumínanos con la luz de tu evangelio,
Arrópanos con tus poderosas manos de seda,
Ayúdanos a buscarte siempre, para refugiarnos en ti.

Padre Jesús en la Columna, ante tu serena imagen nos postramos y al verte ultrajado en la Columna, pensando en nuestras actitudes erróneas, nos arrepentimos, te pedimos perdón y a su vez te damos las gracias porque a través de tu sufrimiento nos llevas hacia la ESPERANZA.

Señor en la Columna, bendito seas por siempre.
Te amamos sobre todas las cosas.

Salvador de los hombres y Rey de Nuestra de Esperanza.
Danos el deseo de imitar siempre, tu humildad y bondad infinita.

Señor, dale al Mundo la templanza y serenidad necesaria en estos difíciles momentos, como desprende tu divino rostro.
Danos un corazón como el tuyo y tu infinita protección y salud.

Ayúdanos a crecer como Hermandad siguiendo tu evangelio y cumpliendo tus mandamientos, y sobre todo gracias por el don de la oración que nos has regalado en este Triduo.

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Amén

Como conclusión este año especialmente nos unimos al Papa Francisco por la pandemia viral que azota al mundo con esta oración especialmente dirigida a nuestra Virgen de la Esperanza:

“Oh María, en la advocación de la Virgen de la Esperanza
Tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y esperanza.
Nosotros nos encomendamos a Ti, salud de los enfermos, que ante la Cruz fuiste asociada al dolor de Jesús manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda regresar la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacerlo que nos dirá Jesús, que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos. Y ha tomado sobre sí nuestros dolores para llevarnos, a través de la Cruz, al gozo de la Resurrección.

Amén.

Bajo tu protección, buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies las súplicas de los que estamos en la prueba y líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen gloriosa y bendita!